19 octubre, 2006

Caravasar, 20 de octubre 2006

Hace poco concluí una recopilación de mis cuentos y minicuentos sueltos que titulé El último rastro del fuego. Este libro ­­–toda una colcha de retazos, pues contiene textos narrativos inéditos, escritos entre 1972 y este año­­–, está en manos de una editorial foránea y tiene una particularidad: debido a los altos costos de impresión de los libros, me vi obligado a buscar patrocinantes para cada una de las nueve partes en que está dividido. Una de las pautas publicitarias que obtuve fue la de Inmateriality, una empresa dedicada a la venta de dioses nuevos y usados. Por cierto: quiero dar un agradecimiento público a su propietario, el señor Heberto González, un ingenioso amigo que está en trámites para convertir a este negocio en una exitosa franquicia.


INMATERIALITY



Sin lugar a dudas, ¡Usted necesita los servicios de Inmateriality,
la solución indudable!


En Inmateriality podemos ofrecerle un dios, a la medida de su fe y de su presupuesto. Un dios único, personalizado, pendiente de Usted y de su familia
las veinticuatro horas del día.

Sólo en Inmateriality encuentra Usted un surtido infinito de dioses nacionales e importados, de los que puede obtener la exclusividad certificada de su culto.

No más invocaciones en el aire. Olvide esos dioses impersonales y colectivos que le desamparan para atender a otros. Tenga la plena seguridad de que sus penas y sus deseos llegan a su destino.

De que hay un dios que vela por Usted y por los suyos.




¿Cómo?

Particularizando su culto, garantizándose que su dios siempre esté disponible para Usted, a la hora y en la circunstancia que le necesite.

Llámenos ahora mismo o visítenos personalmente y conozca nuestros fabulosos planes de alquiler o venta, así como el ventajoso sistema de
alquiler con opción a compra.


Y, si le gusta la variedad o teme consagrarse a un culto alienante que genere dependencia, afíliese a nuestro novedoso club de cambio en el que, por una cantidad módica a la semana, Usted disfruta de los beneficios de un dios
-sólo para Usted-, durante ese lapso.

Contamos, además, con un variadísimo stock de deidades usadas o con ligeros desperfectos, cuyo costo está al alcance de cualquier presupuesto.




No siga padeciendo de abandono divino, acuda ahora mismo a Inmateriality,
la solución indudable.
Ah, y no olvide que todos nuestros dioses tienen garantía por un año.

2 Comments:

At 11:37 a. m., Blogger Fedosy Santaella said...

Qué cosa tan buena! Es en serio?

 
At 7:56 p. m., Blogger nancymartinez said...

Armando:
¿Cómo me afilio?
¿Me entregan un carnet?

 

Publicar un comentario

<< Home